En lo difundido por los medios de comunicación sobre esta encíclica publicada en 191 paginas en español donde el prelado lamenta que sean los pobres quienes sufren las peores consecuencias del maltrato al que el ser humano somete a la Tierra, el sumo pontífice pidió una ‘revolución’ para salvar el planeta.
Así mismo,el Papa denuncia el actual sistema económico mundial que usa la “deuda externa como instrumento de control”y,señala a los países ricos de no reconocer la “deuda ecológica” que tienen con los países en vías de desarrollo.
En ese mismo orden de ideas,expresa que los políticos son responsables de su propio descrédito debido a los abundantes casos de corrupción que surgen en naciones de todo el planeta.
No obstante, se dice que Francisco es un papa político.Y, ahora publicó una encíclica ambiental que invita a eliminar el uso de energías fósiles y a conseguir un acuerdo ambicioso por el clima en la Cumbre de las Naciones Unidas que se celebrará en París a finales de este año 2015.
La encíclica Laudato Si , sobre el cuidado de “nuestro hogar” compartido llega en un momento crucial. No es gratuito que salga este año, cuando en diciembre se reunirán líderes de 190 países para ponerle freno al calentamiento de la Tierra. Tampoco que se haga pública antes de su reunión con Barack Obama en el Congreso de Estados Unidos con un discurso ante la Asamblea General de la ONU.
El documento es una reflexión que une la razón y la ciencia con la mores y la ética. Pero que, además, por primera vez, invita a la acción a los más de 1.200 millones de católicos del mundo y a personas de todas las religiones. “La Tierra, nuestro hogar, está empezando a parecerse cada vez más a un inmenso montón de suciedad”.
De hecho, los seis (VI) capítulos de la encíclica son pragmáticos y hablan, entre otros temas, del fracaso de las negociaciones sobre cambio climático que no han logrado acuerdos vinculantes entre los países,de la eliminación de las energías fósiles y el reemplazo por las renovables, del rechazo al comercio de carbono por considerarlo una nueva forma de especulación que no ayudaría a reducir la emisión de gases contaminantes, de la negación al control de la población, pues no soluciona el problema de consumo y del acceso al agua potable en todo el planeta.
Así, que el texto es el paradigma perfecto para explicar el cruce de mundos que parecen tan distantes como el de la ciencia,la tecnologia, el de la economía, el de la política y el de la religión.
Es preciso resaltar, lo que algunos ambientalistas ven con buenos ojos y destacan: “El mensaje del papa Francisco incluye una perspectiva moral muy necesaria para el debate climático. El cambio climático no es más un asunto exclusivamente científico; es un problema moral y ético creciente. Afecta las vidas, los medios de subsistencia y los derechos de todas las personas, especialmente de los pobres”.
Y, agregan “El papa no está diciendo nada nuevo porque la encíclica se apoya en documentos de validez científica que tienen años. Lo novedosos es que lo diga él. Creo que los ambientalistas lo tomarán como un aval de sus conocimientos, pero desde luego es un discurso dicho teológicamente con datos científicos”.
Sin embargo, aun cuando parece haber consenso respecto al deterioro que sufre el planeta, entre los católicos estadounidenses las opiniones sobre el calentamiento global están divididas. Una encuesta de Pew Research mostró que los republicanos católicos ven los hechos científicos con profundo escepticismo. La encuesta dice que el 71% de los católicos de Estados Unidos creen que la Tierra se está calentando, pero sólo el 47% creen que los seres humanos son la causa y que sea un problema grave.
Lo cierto es que, pese a las divisiones que provoca la encíclica, los discursos religiosos y científicos se alinderaron. Ahora el comentario inocente sobre salvar a la Tierra es un asunto que reúne a políticos, cientificos,activistas y, hoy, católicos del planeta entero.
Comentarios tomados del diario el Tiempo de Colombia y el Espectador..